When I turn evil things come into a sequence, a sequence of chaos. Random asks for an answer. A response to my feelings. When I turn evil there's no one else in this world and no one can take me out of it. When I turn evil there's only me hiding inside my brains and behaving out of my guts. When I turn evil morality is just an optic whose feeding light can be diffracted into a billion points of view, though only mine will suffice. When I turn evil coincidence doesn't exist, fate takes its place and its signs appear as frequently as I decide. Interpretation has no scale, only a judge. When I turn evil there's a hidden fact: I am hurt. When I turn evil I'm an essence, I'm an idea, I'm a spirit and an energy. When I turn evil death will not stop me and it will certainly not save you.
jueves, 9 de julio de 2009
martes, 7 de julio de 2009
De cabellos y Neuronas
l l l l l l l l l
Mi cabello es probablemente la parte de mi cuerpo que más me agrada. En particular creo que ese gusto fue aprendido, dado que siempre ha sido la felicidad de mi madre. Ella, cuando aun no tenía hijos, deseaba tener uno con el cabello chino y se le cumplió. Así que siempre me ha hecho mucha fiesta al respecto... Lo bueno es que esa alegría es un poco contagiosa y así también a otras mujeres (de las cuales sólo la opinión de mi novia me importa -aclaro jaja-) les ha gustado mi cabello de igual forma.
En algún momento; sin embargo, ha sido algo frustrante porque según yo me peino de diferentes maneras y creo que me veo distinto, pero prácticamente toda la gente que me conoce opina que mi cabello siempre queda igual. Y ese "igual" realmente es que mi cabello está un poco desordenado. En realidad casi nunca me veo despeinado, pero nunca me veo peinado tampoco (podrán notarlo en la foto de este blog).
- - - - - - - - - - - -
Recuerdo que desde niño me causaba algo de nerviosismo darme cuenta que siempre estaba pensando en algo, siempre me dije que mi mente no descansaba por más que tratara de relajarme o dejarla en blanco.
Recuerdo muy claramente una escena de la película "Ghostbusters II" de 1989 (sí, hace ya muchísimos años), en la cual una especie de demonio le dice a los 4 cazafantasmas que piensen en la forma en que quieren que se presente su enemigo. Todos quedan algo desconcertados, pero el personaje de Bill Murray, Peter Venkman, es quien entiende primero la situación y comienza a decirle a los otros 3 que bloqueen sus mentes para que así no se presente ningún enemigo. En lo que el Dr. Venkman está explicando la situación a sus 3 compañeros, el demonio dice:
Demonio: La elección ha sido tomada. El viajero ya ha llegado.
A lo cual:
Peter: (al demonio) Whoa whoa whoa espera...
Peter: (a Egon) ¿Elegiste algo?
Egon: ¡No!
Peter: (a Winston) ¿Tú elegiste algo?
Winston: ¡Mi mente está totalmente en blanco!
Peter: (al demonio) ¡Yo tampoco elegí nada!
Un silencio
De repente todos se le quedan viendo a Ray (personaje interpretado por Dan Aykroyd)
Ray: ¡No pude evitarlo! ¡Simplemente apareció en mi mente!
Al final en lo que pensó Ray fue en el hombre de malvavisco con quien los cazafantasmas tienen que luchar para evitar ser destruidos, junto con la ciudad de Nueva York.
De alguna manera supe que de estar en la misma situación, para mí habría sido imposible dejar mi mente en blanco.
+ + + + + + + + + +
Hace 2 noches justo antes de dormir vino a mi mente la siguiente frase:
"Mi cabello refleja mi actividad neuronal,
que por más que lo peino siempre queda igual"
¡Hecho un desmadre!
Mi cabello es probablemente la parte de mi cuerpo que más me agrada. En particular creo que ese gusto fue aprendido, dado que siempre ha sido la felicidad de mi madre. Ella, cuando aun no tenía hijos, deseaba tener uno con el cabello chino y se le cumplió. Así que siempre me ha hecho mucha fiesta al respecto... Lo bueno es que esa alegría es un poco contagiosa y así también a otras mujeres (de las cuales sólo la opinión de mi novia me importa -aclaro jaja-) les ha gustado mi cabello de igual forma.
En algún momento; sin embargo, ha sido algo frustrante porque según yo me peino de diferentes maneras y creo que me veo distinto, pero prácticamente toda la gente que me conoce opina que mi cabello siempre queda igual. Y ese "igual" realmente es que mi cabello está un poco desordenado. En realidad casi nunca me veo despeinado, pero nunca me veo peinado tampoco (podrán notarlo en la foto de este blog).
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Recuerdo que desde niño me causaba algo de nerviosismo darme cuenta que siempre estaba pensando en algo, siempre me dije que mi mente no descansaba por más que tratara de relajarme o dejarla en blanco.
Recuerdo muy claramente una escena de la película "Ghostbusters II" de 1989 (sí, hace ya muchísimos años), en la cual una especie de demonio le dice a los 4 cazafantasmas que piensen en la forma en que quieren que se presente su enemigo. Todos quedan algo desconcertados, pero el personaje de Bill Murray, Peter Venkman, es quien entiende primero la situación y comienza a decirle a los otros 3 que bloqueen sus mentes para que así no se presente ningún enemigo. En lo que el Dr. Venkman está explicando la situación a sus 3 compañeros, el demonio dice:
Demonio: La elección ha sido tomada. El viajero ya ha llegado.
A lo cual:
Peter: (al demonio) Whoa whoa whoa espera...
Peter: (a Egon) ¿Elegiste algo?
Egon: ¡No!
Peter: (a Winston) ¿Tú elegiste algo?
Winston: ¡Mi mente está totalmente en blanco!
Peter: (al demonio) ¡Yo tampoco elegí nada!
Un silencio
De repente todos se le quedan viendo a Ray (personaje interpretado por Dan Aykroyd)
Ray: ¡No pude evitarlo! ¡Simplemente apareció en mi mente!
Al final en lo que pensó Ray fue en el hombre de malvavisco con quien los cazafantasmas tienen que luchar para evitar ser destruidos, junto con la ciudad de Nueva York.
De alguna manera supe que de estar en la misma situación, para mí habría sido imposible dejar mi mente en blanco.
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Hace 2 noches justo antes de dormir vino a mi mente la siguiente frase:
"Mi cabello refleja mi actividad neuronal,
que por más que lo peino siempre queda igual"
¡Hecho un desmadre!
Cristal sobre porcelana
Cristal sobre porcelana
cae no por la gravedad,
sino por la gravedad de la mañana
sobre el rubor de la beldad
Cinco veces en mi compañía
y cinco veces la oportunidad,
un patrón que desafía
la definición de infalibilidad.
Existe acaso otra realidad?
Base de mi preocupación,
alguna oculta alternativa
que llegue a otra conclusión?
Confirmando mi negativa
de poder brindar la felicidad?
cae no por la gravedad,
sino por la gravedad de la mañana
sobre el rubor de la beldad
Cinco veces en mi compañía
y cinco veces la oportunidad,
un patrón que desafía
la definición de infalibilidad.
Existe acaso otra realidad?
Base de mi preocupación,
alguna oculta alternativa
que llegue a otra conclusión?
Confirmando mi negativa
de poder brindar la felicidad?
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