lunes, 7 de febrero de 2011

¿Blog?

En Californication escuché que lo que se espera de un blog es que sea una secuencia de eventos. Una serie de eventos seguida de otra... En el caso de este blog, creo que el asunto está un poco "destilado", prácticamente no encontrarán narraciones de eventos, sólo sus consecuencias en mi cabeza.

domingo, 6 de febrero de 2011

Te quiero convencer

Hay cosas que no me crees, o ¿será que en realidad debo ir entendiendo desde este momento que son cosas que no quieres creer? Tiene su lado bueno, supongo, pero también su lado malo ser el color más cercano al tono, o más bien algo parecido (¡el más cercano tampoco estaba disponible!).

En alguna ocasión pensé que todos los pasadizos de esta vida serían sencillos. Desde chico siempre fui llevado de la mano ante todo obstáculo. La posibilidad de ser alguien distinto de quien soy, el par de veces que he estado cerca (no tanto en realidad, pero sí, cerca) de la muerte. No me cuesta trabajo reconocer que tuve una ayuda extra en el camino.

Todo me lleva a seguir jugando con la idea del equilibrio en la vida. Todo lo bueno que recibí me dio la idea equivocada de la vida. Recibí demasiado y gracias a eso ahora brinco de un pie al otro porque tanta ayuda me malacostumbró y me volví frágil. Brinco de un pie al otro porque juro que parece que la línea misma se mueve, no hay un punto real de apoyo, o al menos en verdad algunas veces parece no haberlo.

Todo lo que sé opera en mi contra porque todo el mundo es distinto. Eso lo entendí muy tarde, cuando ya mis esquemas estaban formados. Ahora ya no sé quién está mal. Lo que sé es que necesito protegerme con la idea de ser alguien que no soy.

Tú eres genial, tanto que a veces imagino que tienes un potencial tan grande que en realidad me parece que me quedas a deber; sin embargo, sólo me toma un par de minutos recordar que lo cierto es que no te conozco, y que no te conoceré. Vienes dentro de una burbuja, eres el reflejo de un espejo que distorsiona la realidad, eres una versión de ti misma, estás encapsulada en una idea que elegiste para ti misma, pero cuyos límites en realidad no conoces, los vas definiendo de acuerdo a las personas que te rodean.

¿Solución salina? ¿Un placebo? Soy una inyección potente de una substancia que se emplea para que nada cambie, para que todo siga igual.

En Monterrey se acercan días que parecen tener el propósito de generar una inestabilidad en los organismos. Tener un día una temperatura mínima de 1°C, y una máxima de 30°C parece inverosímil, pero hasta los elementos tienen sus deseos.

Fljótávik: es genial. Californication: sigo esperando, faltan unas tres horas... Tendrá que ser hasta mañana... Mañana día para trabajar cuando casi nadie lo hará. Un día más para tratar de recuperar terreno ante lo que parece una inexorable desviación al plan de vida (que en realidad nunca planeé, lo cual probablemente originó el problema) tranquila y agradable que nunca tuve más que por sentado.

Tengo una rara combinación de comportamientos exijo mucho y doy poco, o todo lo contrario. No encuentro el equilibrio. No es que no me conozca, es que no quiero reconocer quién soy y cómo soy. En realidad no te quiero engañar a ti, ni a nadie, es sólo que se cruza la gente en mi camino cuando -como todos los días- trato de engañarme a mí mismo, lo cual -lamentablemente- hago con notable éxito.

Todo esto podría tener sentido si no fuera porque creo que ya me ha afectado el increíblemente fuerte olor a pintura y thinner porque la casa tiene que cambiar de color.

Yo tengo que cambiar de vida, en realidad no me acomodo a lo que me tocó ser, no puedo ponerlo bajo control, mi persona no trabaja para mí, no me ayuda, sólo vive, vive y escoge, y cada vez más frecuentemente, se equivoca.