domingo, 31 de julio de 2011

La escena de la chica empujando la silla de ruedas

It brings the Goddess back to the realm of the human-like and terrenal environment that implies having troubles. And it takes no more than just a glance to be mistaken, to be aware, to create a story.

sábado, 19 de marzo de 2011

Millás, Vivaldi et les conséquences

Par la 2ème fois dans ce jour j'ai besoin d'ècrire... Par la 2ème fois dans ce jour, mais les circonstances sont tellement différentes, maintenant je suis un peu affecté car je suis sous l'éffet de la caféine, mais surtout sous l'éffet de Millás, et récemment d'Antonio Vivaldi aussi (j'écoute Les Quatre Saisons -l'été- et tôt l'automne... et l'hiver). En plus mainteant je suis dans un lieu commun et le matin j'étais chez moi.

Bueno ya basta, ese párrafo me llevó casi 3 minutos y el efecto de la cafeína va desapareciendo más rápido de lo que le conviene a mi inspiración. Al contrario del efecto del libro de Millás ("Lo que sé de los hombrecillos"), el cual creo que desaparecerá un poco más adelante.

Me declaro incompetente para comprender exactamente qué es lo que ocurre en esa novela, tal vez alguien que después de estudiar la carrera de Psicología se haya especializado en y ejercido el área clínica tendría una mejor perspectiva. De cualquier forma creo que el valor de la novela no es tanto el análisis psicológico que se pueda hacer del personaje principal, sino la identificación que pueda uno sentir con el mismo, y tal vez sea algo malo decir que hasta un cierto punto (un porcentaje bajo en realidad) yo sí me identifico con él. El punto en el que creo que la mayoría de las personas podrían identificarse, el sentimiento de estar cerca de perder el control, o más bien de dejar todo caer, de dejarse llevar por las necesidades más primarias y que esto continúe por un periodo prolongado de tiempo. Entenderán que terminar de leer un libro de estas características con cafeína en el cuerpo, un poco de dolor de cabeza y el 1er movimiento del Verano o el 1er movimiento del Invierno de Vivaldi en los oídos, pues acentúa un poco sus efectos... Tuve que sacar la lap del coche y escribir algo... Lo que fuera, pero tenía que escribir.

La idea era seguir avanzando con la "Conversación en la Catedral" del más reciente premio Nobel de Literatura, pero de alguna manera necesito que se me pase el efecto de la otra novela; son dos sabores distintos y creo que no se pueden mezclar tan fácilmente, aún no quiero interrumpir el buen sabor de boca que me ha dejado el libro de Millás, y no con esto quiero decir que no me vaya a dejar otro buen sabor de boca el de Vargas Llosa, pero insisto, son sabores distintos.

En realidad no quiero seguir analizando la novela, creo que podría terminar diciendo cosas de poco valor en cuanto a un análisis literario, pero la necesidad de seguir escribiendo no cesa. Supongo que puedo describir lo que observo a mi alrededor. Un desfile de modas y de actitudes que van de lo llamativo a lo plenamente ridículo. Ante todo sé que criticar este escenario es injusto de mi parte porque en realidad nadie me obligó a venir a observarlo, pero al mismo tiempo (y podría equivocarme rotundamente) el aspecto de las personas a mi alrededor me invita a pensar que la frivolidad es el común denominador de sus vidas. Tal vez sería interesante escuchar alguna de las conversaciones, pero creo que es más divertido imaginar qué es lo que están diciendo, claro que sería un ejercicio plenamente de proyección y sé que sería muy grosero al realizarlo, aunque no le quitaría un ápice de diversión al asunto.

Anyway, tal vez es más interesante preguntarse si alguna de estas personas ha visto a "los hombrecillos" (o "mujercillas" en cualquier caso). ¿Cuántos de ellos tienen que inventar una realidad paralela para no sentir que su vida está completamente vacía y que no "encajan" en este mundo? ¿Cuántos de ellos han decidido en algún momento de sus vidas dejarse llevar por los impulsos más básicos, hasta llegar al punto en que han "coqueteado" con la idea de asesinar algo, o a alguien? No porque ese alguien les haya hecho algo a ellos o a sus familiares o amigos, sino simplemente por la expectativa de que tal experiencia les resulte excitante y repugnante al mismo tiempo... Son demasiado ordinarios, si me preguntan a mí, o al menos así se ven, pero uno nunca sabe.

Otra necesidad básica, he tomado muchos líquidos, tengo que interrumpir, aparte estoy en un lugar que no tiene una toma de corriente eléctrica cercana, por lo que de todas formas tarde o temprano habría tenido que retirarme.

... it's what you do that defines you

Es una línea de "Batman Inicia": "It's not who you are underneath, it's what you do that defines you". Hoy desperté un poco reflexivo, por decirlo de alguna manera. No sé bien si es porque tuve un sueño muy extraño en el cual mezclé demasiados aspectos de mi vida, o porque cuando desperté abrazaba mi almohada, no sé si fue porque dejé -como en alguna otra ocasión- que en el iPod durante toda la noche se escuchara una y otra vez la canción "Song of Complaint", o porque sabía (tenía la esperanza) que encontraría un mensaje en el celular por la mañana, el cual fue enviado la noche anterior y al cual no contesté porque ya estaba dormido; una extraña combinación de alegría y molestia.

Acompañé la mañana con un par de canciones que tenía mucho tiempo que no escuchaba, lo que se dice escuchar realmente. Esto sólo aumentó mi momento reflexivo, tras escucharlas unas 5 veces decidí que tenía que escribir.

Cuando se llega a cierta edad... No, más bien, conforme se va siendo menos joven, cada decisión que se toma parece afectar en una mayor escala el curso total de la vida. La relevancia, creo, es igual que la de cualquier otra decisión que se toma antes y antes, y antes de eso también. Pero supongo que se tiene más conciencia de que las consecuencias de esas decisiones son lo que seremos nosotros mismos en el futuro, en la mente y la percepción de los demás y, sobre todo, en las nuestras. Lo cual nos regresa a la frase de arriba.

Acompañando un poco el contexto de cómo y cuándo se menciona la frase en la mencionada película, de repente me es imposible escapar de la tentación de pensar en algunas de las decisiones que he tomado en mi vida y de tratar de determinar cuáles de éstas son lo que quería para mi futuro cuando era niño, o lo que quiero para mi presente y mi futuro hoy.

Tengo una frase que es una broma que comparto con una amiga: "When I grow up I wanna be just like me", puede tener algunas variaciones del tipo: "Dude I'm so cool that when I grow up I wanna be just like me" dependiendo del contexto en que se diga, pero lo importante es saber si realmente me gustaría ser como soy, olviden la parte de "cuando sea grande", llega el momento en que sabes que naciste como niño y nunca dejas de serlo, llega el momento en que sabes que ese niño es quien ha vivido toda tu vida, y la seguirá viviendo. Pero ¿quién es ese niño? Ese niño no es Juan Ignacio (en mi caso), es decir, no es nuestro nombre, hasta cierto punto tampoco es nuestra familia ni nuestras circunstancias de vida, sino lo que hacemos con ellas. Las decisiones que tomamos. Esto me recuerda otra frase, de Aldous Huxley: "Experience is not what happens to a man, it is what a man does with what happens to him".

Han sido un par de horas y he tenido tiempo de pensar en varias decisiones importantes que he tomado, pero más que pensar en las decisiones y sus consecuencias, he tratado de extraer de éstas la forma en que me sentí tras tomarlas. Como me sentí yo, no si de momento el haberlas tomado me trajo momentos de verdadera felicidad o tristeza, sino de cómo me sentí yo de manera aislada, extrayéndome de la situación, de la escena, del momento, y sólo atendiendo al porcentaje de satisfacción/contrariedad, orgullo/desencanto, paz/intranquilidad que experimentó el niño que vive mi vida. Descubro que esta es la única manera que tengo de saber realmente quién soy, o más bien, quién quiero ser. Al medir estos porcentajes es que puedo descubrir lo que me gusta ser y qué tanto me he desviado de este concepto que, a través de este análisis descubro, es lo que hace mejor sentido a la conciencia de mi existencia.

Creo que esto tal vez también podría explicar el por qué las mujeres en general son más inteligentes que los hombres, simplemente les cuesta menos trabajo hacer este análisis, están más en contacto con los sentimientos que les producen sus decisiones, y en general entonces tienen mucho más claro lo que quieren. Los hombres pasamos mucho tiempo distraídos "sintiendo", pero sintiendo a través de los sentidos (valga la redundancia) vista, olfato, oído, gusto y tacto de nuestras experiencias y no sintiendo cómo tomar las decisiones de vivir algunas experiencias y no otras nos van acercando/alejando de lo que queremos ser.

En fin, se interpone ahora una necesidad básica, tengo mucha hambre tengo que decidir qué comer.

Hoy más tarde y en general en estos días, tengo que darme un tiempo para pensar en quien seré más adelante.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Blog?

En Californication escuché que lo que se espera de un blog es que sea una secuencia de eventos. Una serie de eventos seguida de otra... En el caso de este blog, creo que el asunto está un poco "destilado", prácticamente no encontrarán narraciones de eventos, sólo sus consecuencias en mi cabeza.

domingo, 6 de febrero de 2011

Te quiero convencer

Hay cosas que no me crees, o ¿será que en realidad debo ir entendiendo desde este momento que son cosas que no quieres creer? Tiene su lado bueno, supongo, pero también su lado malo ser el color más cercano al tono, o más bien algo parecido (¡el más cercano tampoco estaba disponible!).

En alguna ocasión pensé que todos los pasadizos de esta vida serían sencillos. Desde chico siempre fui llevado de la mano ante todo obstáculo. La posibilidad de ser alguien distinto de quien soy, el par de veces que he estado cerca (no tanto en realidad, pero sí, cerca) de la muerte. No me cuesta trabajo reconocer que tuve una ayuda extra en el camino.

Todo me lleva a seguir jugando con la idea del equilibrio en la vida. Todo lo bueno que recibí me dio la idea equivocada de la vida. Recibí demasiado y gracias a eso ahora brinco de un pie al otro porque tanta ayuda me malacostumbró y me volví frágil. Brinco de un pie al otro porque juro que parece que la línea misma se mueve, no hay un punto real de apoyo, o al menos en verdad algunas veces parece no haberlo.

Todo lo que sé opera en mi contra porque todo el mundo es distinto. Eso lo entendí muy tarde, cuando ya mis esquemas estaban formados. Ahora ya no sé quién está mal. Lo que sé es que necesito protegerme con la idea de ser alguien que no soy.

Tú eres genial, tanto que a veces imagino que tienes un potencial tan grande que en realidad me parece que me quedas a deber; sin embargo, sólo me toma un par de minutos recordar que lo cierto es que no te conozco, y que no te conoceré. Vienes dentro de una burbuja, eres el reflejo de un espejo que distorsiona la realidad, eres una versión de ti misma, estás encapsulada en una idea que elegiste para ti misma, pero cuyos límites en realidad no conoces, los vas definiendo de acuerdo a las personas que te rodean.

¿Solución salina? ¿Un placebo? Soy una inyección potente de una substancia que se emplea para que nada cambie, para que todo siga igual.

En Monterrey se acercan días que parecen tener el propósito de generar una inestabilidad en los organismos. Tener un día una temperatura mínima de 1°C, y una máxima de 30°C parece inverosímil, pero hasta los elementos tienen sus deseos.

Fljótávik: es genial. Californication: sigo esperando, faltan unas tres horas... Tendrá que ser hasta mañana... Mañana día para trabajar cuando casi nadie lo hará. Un día más para tratar de recuperar terreno ante lo que parece una inexorable desviación al plan de vida (que en realidad nunca planeé, lo cual probablemente originó el problema) tranquila y agradable que nunca tuve más que por sentado.

Tengo una rara combinación de comportamientos exijo mucho y doy poco, o todo lo contrario. No encuentro el equilibrio. No es que no me conozca, es que no quiero reconocer quién soy y cómo soy. En realidad no te quiero engañar a ti, ni a nadie, es sólo que se cruza la gente en mi camino cuando -como todos los días- trato de engañarme a mí mismo, lo cual -lamentablemente- hago con notable éxito.

Todo esto podría tener sentido si no fuera porque creo que ya me ha afectado el increíblemente fuerte olor a pintura y thinner porque la casa tiene que cambiar de color.

Yo tengo que cambiar de vida, en realidad no me acomodo a lo que me tocó ser, no puedo ponerlo bajo control, mi persona no trabaja para mí, no me ayuda, sólo vive, vive y escoge, y cada vez más frecuentemente, se equivoca.

domingo, 16 de enero de 2011

pleasures

There are some things that you just cannot chew up slowly so you can savour its taste, you just have to swallow'em...

I'm such a californication junkie